El día 17 de febrero amaneció desapacible. Por un momento los maestros y maestras que íbamos a la excursión pensamos que faltarían muchos alumnos. Dos autobuses y un microbús esperaban. Poco a poco fueron llegando padres, madres y alumnos y para sorpresa nuestra no faltaba nadie. Estaba prácticamente toda Primaria.
Pero será mejor que nos lo cuente un alumno de quinto de Primaria, Alejandro.
"Cuando me levanté, desayuné, me vestí, cogí la mochila y me fuí al Colegio. A las ocho y media salimos para Sevilla. Allí fuimos al Teatro Alameda y vimos un espectáculo de pompas de jabón llamado "Rebufaplanetes" en que se hacía pompas de jabón muy bonitas . A la salida nos dieron chocolatinas, pero no podíamos salir porque estaba lloviendo. Para ir al autobús nos mojamos un poquito.
Después del Teatro fuimos a la Catedral. Allí vimos muchas tumbas, entre ellas las de Colón y muchas estatuas antiguas.
Subimos a la Giralda y las casas se veían muy chiquititas. Había unas campanas muy grandes. Al bajar fuimos a una tienda de recuerdos y a la entrada había una máquina en la que metias un euro y cinco céntimos. Los cinco céntimos te los convertía en la figura que quisieras.
A continuación fuimos a la Plaza de España a comer. Había un hombre que hacía collares y al lado otro que vendía abanicos. Con el viento se rompió uno y nos echó la culpa. En la plaza había unas palomas a las que los niños le echaban de comer. Había un lago y unas barcas para poder montarse.
Como comenzó de nuevo a caer gotitas, a las cuatro nos fuimos al autobús, pero primero compramos en un kiosco y a las cinco estábamos de nuevo en el pueblo con nuestros padres recibiéndonos."
"Cuando me levanté, desayuné, me vestí, cogí la mochila y me fuí al Colegio. A las ocho y media salimos para Sevilla. Allí fuimos al Teatro Alameda y vimos un espectáculo de pompas de jabón llamado "Rebufaplanetes" en que se hacía pompas de jabón muy bonitas . A la salida nos dieron chocolatinas, pero no podíamos salir porque estaba lloviendo. Para ir al autobús nos mojamos un poquito.
Después del Teatro fuimos a la Catedral. Allí vimos muchas tumbas, entre ellas las de Colón y muchas estatuas antiguas.
Subimos a la Giralda y las casas se veían muy chiquititas. Había unas campanas muy grandes. Al bajar fuimos a una tienda de recuerdos y a la entrada había una máquina en la que metias un euro y cinco céntimos. Los cinco céntimos te los convertía en la figura que quisieras.
A continuación fuimos a la Plaza de España a comer. Había un hombre que hacía collares y al lado otro que vendía abanicos. Con el viento se rompió uno y nos echó la culpa. En la plaza había unas palomas a las que los niños le echaban de comer. Había un lago y unas barcas para poder montarse.
Como comenzó de nuevo a caer gotitas, a las cuatro nos fuimos al autobús, pero primero compramos en un kiosco y a las cinco estábamos de nuevo en el pueblo con nuestros padres recibiéndonos."