Teniendo en cuenta las numerosas ocupaciones de las familias, debemos considerar que sacar unos minutos al día para leer con nuestros hijos e hijas, a veces, conlleva demasiado esfuerzo, pero aún así debemos intentarlo. De este modo, cuando estéis leyendo con vuestro hijo o hija, os hacemos las siguientes recomendaciones:
Apagad la tele o la radio, para no distraeros.
Que no resulte una obligación y que sea un rato divertido.
Si vuestros hijos todavía no saben leer, podéis mirar con ellos las imágenes de un libro o leerles alguna historia.
Preguntadle al profesor o al responsable de la biblioteca escolar del centro educativo de vuestros hijos qué lecturas son más apropiadas o cómo tenéis que hacerlo.
Después de la lectura, comentad lo que habéis leído: personajes, situaciones, etc., y relacionadlos con la vida cotidiana.
Si no tenéis tiempo para sentaros a leer con vuestros hijos, que te lean algo mientras haces otra cosa: planchar, cocinar, coser, arreglar un aparato y, si estás cansado, aprovecha mientras descansas en el sofá.
Cuando tu hijo o hija te lea el texto, procura:
- Que hable alto y claro.
- Que articule y vocalice bien.
- Corregirle cuando pronuncie mal una palabra, o cuando se salte alguna.
- Explicarle las palabras que no entiende. Para eso conviene que tengas un diccionario a mano.
- Que lea despacio, dando sentido a las frases, sin detenerse.
- Que use la entonación apropiada, con expresividad, evitando la monotonía, y que adecua la voz y los gestos al tipo de texto que sea: poesía, descripción, diálogo, etc.
Por último, si un día, por cualquier motivo, no podéis hacer vuestro rato de lectura, no os desaniméis: volved a intentarlo al día siguiente con más gana.
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